DUELO
Podía sentir la presión
en el pecho, cada latido de mi corazón acelerado, me costaba leer el papel que tenía en frente, los temblores
causados por el nerviosismo difuminaban la terrible letra que estaba a punto de
leer. Mi madre, mi mas allegado familiar, había muerto, tras leer esto la
presión en mi pecho se incremento como si mi corazón se tornase de plomo, mi
visión se nublaba y mi equilibrio fallaba, y de repente negro, nada más que una
obscuridad absoluta me envolvía, ¿Dónde se
encontraban las tristes paredes que me envolvían?, ¿Dónde se hallaba mi
hermano?, mi hermano, ¿Quién era mi hermano?, no lo sabía, por más que
intentaba despertar solo conseguía obscuridad, una terrible y fría obscuridad.
NEGACIÓN
Beige, ¿beige?, el
techo, el techo de mi habitación era beige, ¿Cómo?, ¿un sueño?, claro, no podía
ser verdad mi madre no podía morir, debía de ser un error, un fallo, un sueño,
mi madre estaba sana no podía morir, estaba sana, ayer mismo comí con ella,
pavo, un estupendo pavo, como ella lo solía cocinar, la carta debía ser una
mentira, una ilusión, una carta, ¿una carta?, una carta se hallaba en mi
regazo, comencé a leer, no podía ser verdad, la misma horrible letra que creí
haber soñado se hallaba ante mi ahora, no, no, NO, no podía ser verdad, mentira,
la letra se empezó a diluir, la tinta diluida comenzó a tornarse carmesí color
de la sangre, ¿sangre?, la sangre comenzó a fluir hacia el suelo dibujando la
horrible palabra que tanto temía, MUERTA.
NEGOCIACIÓN
No, ¿Por qué?, ¿Por qué
la vida es tan cruel?, la vida, la vida no tenía la culpa, la vida era algo
otorgado ligado a unas leyes, me gustaría poder hacer un trato, un pacto divino
que me permitiera salvar a mi madre, un pacto, ¿con Dios?, ¿o con el diablo?,
Lucifer era el más indicado para este tipo de tratos, obviamente sabia que esto
no era posible, era mentira, esa clase de tratos no existen mas allá del cine o
la literatura, esto solo logró reafirmar mi sentimiento negativo, tan solo
trataba de evitar lo inaceptable con falsos tratos, esto era un fracaso.
DEPRESIÓN
Fracaso, esto era
mentira, falsos tratos, las lágrimas que brotaban me ahogaban, me asfixiaban,
me angustiaban, depresión, ¿Qué era la depresión?, la depresión es tan solo el
resultado de la conciencia de lo ya perdido, no podía encontrar el coraje para
afrontarlo, pero si bien podía sentir otra cosa, un fuego, ¿un fuego?, un
fuego, un fuego que me quemaba, que me hastiaba en lo más profundo de mi ser y
que ahora afloraba en mi.
IRA
Con gran furia salte de
mi cama y lance todo lo que encontraba a mi paso contra la palabra dibujada en
sangre en mi suelo, los jarrones, los libros, lanzados con tal furia que se
desgajaban y se unían con la sangre, hasta que algo llamo mi atención, por el
rabillo del ojo vislumbre una figura, mi madre, mi madre, de repente la carne
se empezó a diluir, como la tinta de la carta, hasta que solo se veían los
huesos, arremetí con gran furia e ira contra la figura tratando de borrarla a
golpes, pero no lo conseguía, ¿Por qué vida?, ¿Por qué eres tan malvada?,
maldita vida, Dios, ¿Por qué me has robado a lo que más quería? Maldito Dios,
te odio, maldita figura implacable, te odio, te odio, TE ODIO, mis palabras
fueron perdiendo fuerza, comenzaba a comprender, a entender, a medida que
comprendía la obscuridad volvía, hasta envolverme por completo otra vez, negro,
obscuridad.
ACEPTACIÓN
No veía nada, solo
podía escuchar un repiqueteo en el fondo, como una luz a punto de extinguirse,
tan efímera como la vida, mi madre estaba muerta, no podía hacer nada y huir de
la realidad no funciona, por fin lo comprendía, aceptar la muerte era necesario
para continuar viviendo, por fin pude abrir los ojos, para contemplar aquella
luz, aquella bombilla que se extinguía, al girar la cabeza pude comprender mi
situación, un pitido que media mis latidos me perturbaba, me taladraba, pero
había algo que no encajaba, algo me molestaba, sabía que me había pasado, que
había experimentado, una sensación que ya había vivido antes, había leído sobre
esto, el duelo, las fases, la negación, la negociación, la depresión, la ira y
la aceptación, ¿por la muerte de mi madre?, no, mi alma trataba de decirme
algo, mi madre había muerto sí, pero hacia ya tres meses de eso, aquella carta,
aquella carta que todos los días lea para tratar de evadirme de la realidad
aquella vez paso algo mas, mi corazón fallo, quizás, mi alma, mi alma, ¿en
duelo?, ¿por la muerte de mi madre?, no, por mi propia muerte, mi muerte,
¿estaba muerto?, no, todavía no, pero no faltaba mucho, al fin lo comprendía,
mi alma se debatía en duelo por mi muerte, un pitido ininterrumpido me saco de
mis pensamientos, por fin, todo acababa, todo se desvanecía, mientras mi vida
se apagaba pensaba en las galaxias que recorrería mi forma incorpórea, las eras
que vería, los cuerpos que ocuparía, en un mar de galaxias, en un mar de vidas,
pero sin la muerte, todopoderosa, implacable, todas las vidas no son nada, da
igual que seas rico, pobre, o el mismísimo rey, al final todos sucumben, todos
caen, por fin pude articular palabra, para pronunciar, con mi último aliento,
mis palabras finales, con las que concluiría mi historia, aquellas palabras que
mi enfermero pudo escuchar, OMNIA MORS AEQUAT.